¿Se puede vivir en los polos?
El hombre no está adaptado para vivir de forma natural en los polos, pero muchas especies animales sí lo pueden hacer. El ecosistema polar se caracteriza por un día de seis meses de duración, seguido por una noche también de seis meses. Las temperaturas suelen estar por debajo de cero grados y en la larga noche invernal la capa superior del océano se congela.
Las plantas que habitan la zona polar son los musgos y los líquenes, que crecen a tras de sueño para evitar los vientos helados. De ellas se alimentan pequeños roedores y algunos insectos. Los reptiles no habitan estas regiones. La vida en el mar es considerable, numerosos peces han desarrollado un anticongelante en la sangre que les permite seguir activos en invierno. Son alimento de animales mayores, como focas, elefantes marinos y pingüinos.
Casi todos los animales polares emigran a lugares cálidos al llegar el invierno, como las ballenas, los patos, las focas y los cisnes. Los que se quedan han desarrollado una gruesa piel que les permite soportar temperaturas de cincuenta grados bajo cero. Entre ellos está el zorro ártico y el buey almizclero. El principal depredador es el oso polar, que caza focas, pingüinos, peces y cualquier animal que se coloque a su alcance, con excepción de los leones marinos.
