La decepción duele. Tal vez no nos haremos reproches, ni perderemos nuestra confianza ni nos rendiremos, pero el aguijón está ahí. Y toda lesión por pequeña que sea necesita su convalecencia; no creas que siempre podrás regresar a la acción tan pronto.
Pero cuanto antes se reponga más pronto lo habrá superado y menos margen dará a las influencias negativas que socavan la confianza. Concédase un día o dos, pero no más, antes de ponerse a rectificar la situación.